Según información publicada por el Global Wellness Institute (GWI), a través del Global Wellness Tourism Economy (2018) señala que un estudio realizado identificó que el turismo de bienestar era un mercado de $639 mil millones, que alcanzaría los $919 mil millones en 2022, esto antes de la pandemia, y se mencionaba que el turismo de bienestar estaba creciendo a pasos agigantados en relación al turismo en general.
¿Qué es el turismo de bienestar?
Según dicho instituto el turismo de bienestar se entiende como: "viajes asociados con la búsqueda de mantener o mejorar el bienestar personal". Es decir, que el turista busca una mejora de su condición física o psíquica a través de un estilo de vida saludable, experiencias transformadoras, crecimiento personal, entre otras.
Turismo de salud
El turismo de salud comprende el turismo de bienestar o wellness y el turismo médico.
En el turismo de bienestar, el propósito del viaje es la mejora del bienestar físico, mental, la promoción de la salud para una mejor calidad de vida, enfocándose en la prevención a través de actividades físicas, retiros espirituales, comida saludable, reducción del estrés, yoga, masajes, entre otros
En el turismo médico se busca viajar para lograr un diagnóstico, recibir tratamiento, cura o rehabilitación para una enfermedad existente.
Tipos de viajeros de bienestar
Según el GWI hay dos tipos de viajeros de bienestar:
Primario: es un viajero cuya elección de viaje / destino está motivada principalmente por el bienestar.
Secundario: es un viajero que participa en experiencias de bienestar en cualquier viaje de placer o de negocios que realiza.
Claves del éxito del Turismo de Bienestar
La tendencia en el incremento de este tipo de turismo pudiera deberse a los siguientes factores:
Vida saludable: Debido a las largas, y muchas veces extenuantes, jornadas laborales, la contaminación de las ciudades y el apogeo de la comida chatarra, han llevado a que cada vez más gente, decida optar por un cambio en el estilo de vida, que incluya en su vida diaria el ejercicio, la alimentación saludable y los tratamientos para la mejora de su estado de salud, generando un incremento en la población que decide incluir estos nuevos hábitos en sus vacaciones y tiempo de ocio.
Envejecimiento de la población: Todos los bebes nacidos en el famoso baby boom o “explosión del bebé”, se refiere a que la tasa de natalidad creció enormemente, comparado con las generaciones anteriores, en Estados Unidos, Europa y Australia, después de la II Guerra Mundial (1946-1964). Esta generación, hoy en día, tienen entre 57-75 años, por lo que nos encontramos con un alto sector de la población, con relativa buena posición económica, que reclama cuidados para mejorar su estado de salud. Estos se han convertido en los principales clientes de este tipo de turismo.
Globalización: Ha permitido integrar en nuestra sociedad hábitos saludables o actividades propias de culturas orientales como el yoga, la acupuntura o la meditación, que ayudan a mejorar el estado físico de quien la práctica, y cuenta cada vez con más demanda, por lo que el sector turístico se ha visto motivado a ofertar.
Pandemia: Ha provocado preocupaciones generalizadas sobre el efecto del aislamiento social. Su repercusión sobre el bienestar es innegable generando, en muchas personas, aumento de la ansiedad, depresión, estrés y otros sentimientos poco saludables que deben ser valorados.
Por tanto, el sector turístico de nuestro país deberá apostarle a la innovación, incorporando actividades físicas y gastronómicas, promoción de la salud mental y el bienestar psicológico y emocional a través de talleres cortos con actividades grupales, combinados con ejercicios de relajación, desconexión (elaboración de artesanías con elementos naturales propio de los destinos a visitar), contacto con la naturaleza y el respeto al medio ambiente, para atender las necesidades de este tipo de turistas.
